Sobre ReCrearse

Cuando una persona consulta por primera vez, los profesionales (en mi caso fonoaudióloga) realizamos una entrevista en la que solicitamos un montón de datos familiares, sociales, etc. pero en general muchos de ellos no son tenidos en cuenta al momento de la práctica terapéutica . Incluso, la familia da respuesta una y otra vez de cosas que aún no comprende, no comparte o simplemente de las que preferiría no hablar. mi se momento tal vez debería aprovecharse para preguntar simplemente ¿Cómo te sentís ?, ¿Qué pensás ?, ¿Qué necesitas saber ?, ¿Tenés ayuda para llevar adelante las tareas que demanda el tratamiento ?, ¿Qué dicen los hermanos ?, ¿Y los abuelos ?, ¿Qué necesitas de mí ?.
En el cotidiano (esto compartido por muchos otros profesionales con los que he trabajado en este tema) observamos que la mayoría de las familias plantean a lo largo del tiempo situaciones similares y nuestras prácticas se ven atravesadas por esas realidades.  

A partir de allí es que imaginé una propuesta que aborde these aconteceres de los integrantes de las familias pero de una manera distendida, simple, donde cada pieza sea como la de un rompecabezas: con su propia identidad, característica, forma pero a la vez una “partecita” del todo. Cada pieza que deberá encajar en el lugar justo en el momento preciso, si no, solo será un elemento disponible, con intención de sumar pero que intentará una y otra vez sin resultado.

Por eso comenzó a generar un ESPACIO donde poder RECONOCER y EXPRESAR estas cosas, en el que cada miembro de la familia pueda entender que él es una pieza fundamental en el ENTORNO de ese niño o adolescente que lo ocupa ya quien quiere ayudar, pero que debe primero centrarse y trabajar en sí mismo. 

Esto le permitirá CRECER y REFLEXIONAR sobre cuál es el aporte que puede hacer, cuáles son los acuerdos que deben establecer, qué herramientas deben incorporar, en qué debe capacitarse, en fin, podrá armar su propio plan y así EMPODERARSE para apoyar el proceso con seguridad y de modo efectivo. 

Si bien todos aprendemos a partir de nuestra práctica, informándonos, en talleres, de nuestros errores, la idea es que además podemos realizar un APRENDIZAJE TRANSFORMACIONAL, es decir ver las cosas desde otro lugar y tomar acción desde allí. I ntegrar nuestras emociones, gestionarlas, entender que lo que nos decimos y decimos tanto como lo que nuestro cuerpo nos dice y manifiesta, nos constituyen. Donde la comunicación (como dije más arriba), es importantísima pero ya no desde los déficit del niño sino desde nosotros. 

REDISEÑAR nuestro proyecto (ya sea individual como de acompañamiento en relación al niño) poder fijarnos objetivos alcanzables, hablarnos y hablar desde otro posicionamiento nos permite SER en cada momento y en cada circunstancia que nos toque afrontar o disfrutar. 

Es allí donde realmente podremos ayudar a nuestro niño o adolescente, porque podremos EXPANDIR nuestras ganas, nuestra energía, nuestro optimismo, nuestras dudas, en fin, todo lo que encontré a lo largo de mi carrera muchas veces dormido u opacado.